Calendario – Esperando un Leon

En el tenis internacional,  el calendario se armó históricamente a partir de los cuatro Gran Slams.
En los comienzos, los tenistas amateurs de principios de siglo veinte, viajaban en barco de un torneo a otro, por eso la temporada arrancaba en el verano europeo, en París a fines de Mayo, el primer gran torneo era Rolang Garros. De ahí, el viaje era corto hasta Londres por lo que, en sólo dos semanas, se jugaba Wimbledon. Luego, sí, el viaje hasta New York era de más de un mes, entonces recién, en Septiembre, se jugaba el abierto de USA. Para finalizar la temporada, los jugadores, iban en barco hasta Australia donde, ya entrado Diciembre, se jugaba el último gran torneo de la temporada cerca de las fiestas.
Esa estructura de calendario sufrió solo una modificación y es que Australia en vez de cerrar el año en Diciembre, lo abre en Enero.
Todo el circuito se armó alrededor de estos torneos. Las giras están programadas como previas a una gran cita, con similitud geográfica y de superficie de juego. Aunque siempre hace pequeños ajustes, a grandes rasgos, tiene un sentido y, los mayores inconvenientes, vienen con la Copa Davis, que se juega en otro formato, y, cada cuatro años, con los juegos olímpicos.
Año tras año, los jugadores, los dueños de los torneos, los sponsors y las autoridades se juntan y discuten el calendario, esas pequeñas alteraciones que buscan todos para que el deporte crezca, en audiencia, en público, en televidentes, aunque muchas veces con ideas y posiciones diferentes, todos buscan el desarrollo del deporte porque es la manera en que todos salgan favorecidos.

En USA los principales deportes armaron su calendario según las estaciones del año. Los deportes Indoors se juegan, la mayor parte, en invierno, el básquet y hockey sobre hielo son los principales, los deportes outdoors se juegan entre la  primavera, el verano y el otoño, son el béisbol y el futbol americano los emblemáticos. Cada uno tiene un calendario muy distinto al otro, dependiendo de las características del juego en sí y teniendo muy en cuenta las cuestiones geográficas. Por ejemplo el futbol americano tiene solo 17 fechas de temporada regular, un equipo de NBA juega 82 partidos en menos de seis meses para definir si entra en las finales y, uno de béisbol, tiene 162 partidos de competencia antes de ingresar en la postemporada. Ninguno de estos cuatro deportes (los principales de USA) juegan los playoff al mismo tiempo, no se “pisan”, si claro algunos sobreponen las temporadas regulares pero cuando la cosa se pone buena la atención es toda para uno, los fanáticos seguirán su deporte favorito, pero el general del público se vuelca completo al deporte que se está definiendo. Algo saben los muchachos de show, marketing, ventas, espectáculo, está claro que respetan sus historias deportivas y competencias particulares pero todos tienen una visión común, que el deporte crezca en todos los sentidos, y vaya que lo logran.

En Argentina, la estructura del deporte, se armó con los torneos metropolitanos. Como todo en nuestro país, el deporte, no esquivó el tinte “unitario”, como las vías y tantas cosas, todo se armó desde y para la Capital.
Jugados de marzo a diciembre, que era el periodo que los clubes tenían vida, con deportistas amateurs que en el verano tenían vacaciones de sus trabajos, y acompañando también el período escolar, los torneos de Capital y Gran Bs As de todos los deportes tenían este calendario. El tipo de  competencia estuvo emparentado siempre a un torneo de fútbol, alrededor de veinte equipos con ruedas largas de partido y revancha siendo el campeón el que más puntos sumó en la temporada.
Todos los deportes, futbol, rugby, básquet, hockey, vóley, etc., etc., y claro también nuestra querida paleta. Si un jugador de cualquiera de estos deportes quería competir en la alta competencia, tener chances en un seleccionado o ver la posibilidad de jugar afuera no tenía más remedio que vivir y jugar en Buenos Aires.
La competencia a nivel nacional de cada deporte, era siempre un intento de federalizar el deporte en una competencia por provincias que duraba sólo una semana o un fin de semana, y en muchos casos era la única competencia del año para  muchas regiones del país, las largas distancias, los costos y un poco también la dirigencia porteña, que quería seguir con el control de todo, fueron los principales impedimentos para el deporte federal.

Todo esto que ponemos en pasado, claro está, para muchos deportes es el presente.

El futbol por iniciativa de un dirigente del interior, intentó federalizar el deporte con lo que se llamó el Torneo Nacional. Se jugó desde 1967 hasta 1985. Siempre se jugaba después del metropolitano y cambió muchas veces de formato y de cantidad de equipos. Luego vino la reforma que creó el Nacional B con ascensos y descensos y el torneo de primera división fusiono al metropolitano con el nacional en uno solo, y comenzó a jugar a la par del calendario Europeo, cosa lógica por las competencias internacionales. Hoy en día el futbol argentino es uno de los pocos del mundo que tiene dos periodos de vacaciones, uno en invierno por las competencias de selecciones y otro en verano por que hace calor…se supone.

El básquet tuvo a un genio e incansable León Najnudel, el hombre estaba convencido de crear una Liga Nacional para que el deporte despegue, eso fue el germen de la generación dorada. Allá, a mediados de los ochenta, comenzó una liga que hoy intenta dar un salto en infraestructura para seguir creciendo. El tipo, León, no entendía, por ejemplo, cómo podían televisar partidos en donde no había nadie en la tribuna y muchas cosas como esa que para su tiempo (y nuestro tiempo) lo hacían un adelantado.

El vóley armo su liga más adelante y su modelo fue la del básquet. Emparentado en la infraestructura y el calendario internacional supo crecer a la par de otro deporte y sigue buscando su camino.

El rugby y el hockey están en la búsqueda de algo, pero con federaciones metropolitanas con mucho peso y las eternas internas dirigenciales.

La paleta no escapó a esta realidad, el metropolitano con sus figuras, su historia, sus clubes, jugadores del interior que venían a vivir a la Capital sólo para jugar a la paleta. El torneo argentino, un fin de semana al año, muchas provincias sin más competencia que un par de partidos. El provincial,  con los que no podían por juego, trabajos, familia o falta de ganas de ir a Buenos Aires y así competían por su club, representando a su pueblo, por la provincia, los fines de semana.

Todo esto no se ha modificado mucho, el metropolitano ya no es tan rentable para los jugadores, entonces para los que se dedican de lleno a la paleta, es muy difícil dejar todo y vivir en capital, el sueldo que se cobra hoy en día en un club no justifica el cambio. El torneo se alimenta de su propio semillero de escuelitas y de chicos, del interior, que van a vivir a Capital o La Plata, pero para seguir una carrera universitaria, y comienzan a competir en los torneos del Metro. Esto último pasa en todos los deportes, en rugby incluso tiene una estructura armada.
En el Metro, el formato y el calendario sigue siendo muy similar al de siempre. El torneo argentino sigue tal cual, un fin de semana, en una provincia y ciudad determinada se enfrentan las diferentes provincias en busca de un titulo que sabe mantener su prestigio. El provincial de a poco fue mejorando en nivel de juego, los clubes empezaron a contratar jugadores, también mejoró en organización y estructura, hasta lo que tenemos hoy que es un torneo del nivel del metro y organizado.
Los torneos se juegan todos al mismo tiempo, el calendario internacional se superpone, todos buscan mejorar “su” torneo, y lo más grave, la competencia de las categorías promocionales es muy pobre en todos los casos. Si uno fuese chico es muy probable que se fuera con sus amigos a competir en otro deporte.

Lo ideal es que cada deporte encuentre su propia estructura, su mejor calendario, que mire para adentro su tipo de juego, su historia para cambiarla y mejorarla,  que mire el calendario internacional, que busque fomentar el deporte en la mayor cantidad de lugares posibles, que se coordinen los diferentes organismos para no competir por los calendarios, que se tengan en cuenta las cuestiones geográficas, las distancias, la vida de los clubes, pero siempre teniendo en cuenta el  deporte en sí, a que estamos jugando, cuales son las limitaciones y las oportunidades.

Es necesario que el provincial dure todo el año? El torneo argentino no puede tomar otro formato que aliente la competencia más allá de un fin de semana? Las competencias de mujeres e inferiores, podrían mejorarse? Que prioridad tiene la selección en el calendario? El metropolitano puede complementar su competencia con otras federaciones? Para encontrar respuestas sensatas a todo esto es necesario dirigentes que trabajen con objetivos comunes, no siempre con las mismas ideas, pero sí o sí con una visión conjunta, el desarrollo de la Pelota Paleta.

Ojalá apareciera el León de la Paleta.

 

Los que hacemos dosparedes.